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¿Os imagináis caminar entre volcanes inactivos cerca de cordillera pirenaica?

Pues durante nuestro segundo #blogonair pudimos disfrutar de la zona volcánica de La Garrotxa, donde podréis saciar esa inquietud. Cercano al municipio de Santa Pau (Girona) podemos hallar una cuarentena de conos y más de veinte coladas de lava basáltica (erupciones datadas en torno a la mitad del Cuaternario, según estudios de la zona). Emplazamiento donde reposa un manto verde del que brotan innumerables encinares, robledales y hayedos.

blogonair_La-Garrotxa

Algunos centros de interés paisajístico del lugar, entre otros, son el volcán de Santa Margarida en cuyo cráter reside una ermita románica, el volcán Croscat, el Roca Negra y la Fageda d’en Jordà.

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Santa Pau, un pueblo laberíntico medieval

Santa Pau es una acogedora villa de la provincia de Girona situada en la comarca de La Garrotxa, Catalunya. Su arquitectura de origen medieval (S.XIII-XIV) se compone de muros gruesos de piedra arenisca roja y crema con incursiones intermitentes de roca volcánica (material magmático autóctono de construcción), unido con mortero de cal.

SAnta Pau vista

paisaje-La-Garrotxa

Para soportar las plantas de las casas y cubiertas, se emplearon tanto arcos rebajados como arcos de medio punto, cuyas cargas descansan sobre pilares labrados en piedra. Y en cuanto a la composición de las casas, todavía se pueden vislumbrar las vigas estructurales de madera vieja que han perdido el vigor de antaño, debido a la acción de la intemperie.

También, es sorprendente como curiosa la planimetría irregular del casco antiguo con sus callejuelas y pasadizos inquietantes a diferentes niveles de altura. Se respira un aroma anacrónico que evoca inexorablemente a fantasear con la vida e historia de otrora.

Pueblo

Una de las joyas del pueblo es la plaza mayor, que recuerda a una plaza típica castellana, la cual está porticada por dos flancos y pavimentada con mosaicos de guijarros. En dicha plaza se alza una imponente torre adosada a la iglesia de Santa María de origen medieval, esta combina elementos de distintos periodos de la historia que van desde el románico hasta el final del gótico. La planta en forma de cruz latina es el testimonio de su origen altomedieval.

Por último, una de las curiosidades que podemos observar cuando caminamos por el carrer del Pont, son los dinteles de sus inmuebles tallados con los nombres e imágenes del oficio de sus moradores, un testimonio del siglo XVIII del cual aún hoy se oye su eco.

Paisaje hacia el parque volcánico

Gracias al material magmático depositado y a las vicisitudes de su orografía, el paisaje es fértil y exuberante. El trayecto desde Santa Pau hasta las diferentes rutas volcánicas transcurre en un escenario silente y relajado. Los tupidos prados amenizan la marcha del caminante con sus erizadas espigas verdes de movimiento ondulado y dulce. La banda sonora ambiental mezcla el allegro canto intermitente de las aves aderezado con el fresco aliento aéreo.

  • Volcán Roca Negra

Durante nuestro caminar, en este segundo #blogonair, emerge el vergonzoso volcán Roca Negra, muy cercano a Santa Pau, dejando ver su piel más íntima de textura lapilítica que se derrama hasta alcanzar casi la senda de nuestra ruta.

La-Garrotxa

volcan

  • Ascensión por el volcán de Santa Margarida

La ascensión al volcán de Santa Margarida se sucede entre bosques de hayedos, robledales y encinares que van desde los tonos verde amarillento y kiwi pasando por los fríos esmeraldas. La fresca flora brota sobre un terreno de multicolores estratos de naturaleza magmática. Al llegar a la cúspide de la cresta del cráter nos embarga una sensación de hallar un tesoro en el interior y, ciertamente, en el centro del cráter se encuentra emplazada una ermita románica muy austera custodiada por esa cávea natural.

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Pocos no se sorprenderían al ver esta pequeña joya del arte más medieval dentro de este cráter. Una zona de gran impacto y de las mejores conservadas, no solo en España, sino en Europa, según el Parque Natural de La Garrotxa. Un escenario que impresiona a cualquier viajero y que, gracias a este #blogonair, pudimos vivir y saborear gran parte de lo que La Garrotxa puede ofrecer.


Os retamos a llevar una comida y a relajaros dentro de esta cavidad volcánica, a fin de cuentas, en pocos cráteres se puede deleitar tranquilamente una buena tortilla de patatas.

© Ilustración: Carlos García Rubio. © Infografía: Bárbara M. Díez

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