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Sí, puede ser una locura, o algo impensable, o algo que no entre en nuestras cabezas, pero sí, es posible. La bella ciudad romana se puede visitar a lo ‘japo’ –japonés– en dos horitas, además de degustar su gastronomía. ¿Cómo? Bueno, el itinerario es muy sencillo y rápido, pero si haces una escala en Roma de más de cinco horas, te aconsejamos que leas esto, puede venirte muy bien para luego decir a tus amigos eso de «sí, hice una parada en Roma, pero la vi entera«.

Aunque también si vas a la urbe del romanticismo italiana y piensas dormir en alojamientos del tipo Oh Roma también puede que te venga bien esta mini guía para tu escapada por la ciudad.

Empecemos!

Roma

Lo primero que te aconsejamos es que llegues hasta la plaza de España en metro –desde la parada de autobús donde llega el transporte del aeropuerto es metro directo–, aquí puedes degustar una pizza recién hecha en cualquiera de los establecimientos y sentarte un ratito en las escaleras tan míticas que han visto cientos de desfiles de moda. Aunque, ojo! no te atrevas a comer en ellos, las fuerzas de seguridad te echarán enseguida.

Después te proponemos que pasees por las calles romanas hasta la Fontana di Trevi. Allí puedes aprovechar para pedir un deseo en tu viaje y lanzar una monedita. También, ya que estamos, y sin parar, habrás llegado un poco deprisa, cómprate un buenísimo gelatto italiano y siéntate en las escalinatas de la Fontana, aquí es lícito. O si no eres de dulces, te aconsejamos que vayas al puesto de castañas de la esquina…

Sigue paseando hasta el Panteón, haz fotos, mira, observa y analiza. En esta plaza hay mucha vida, es muy bonito sentarte en un rinconcito y ver. Descansa, nos queda una hora.

El sendero nos lleva rumbo recto a la Piazza Navona, antiguo circo de carreras de cuádrigas y ahora lugar en donde los pintores de toda Roma venden su arte . Es una plaza muy bohemia, sumérgete en su vida.

Poco a poco nos vamos alejando de lo más céntrico, ponemos dirección al foro romano y al monumento a Victor Manuel. Andando por la acera podemos apreciar este inmenso monolito de piedra y la columna de Trajano que reina una de las zonas de lo que fue el nacimiento de la ciudad romana.

Como colofón final antes de pillar el metro de nuevo rumbo al autobús que nos dejará en el aeropuerto, veremos el Coliseo.

Dos horas, sin parar, pero es posible. Es cansado, pero merece la pena subirse al avión después de esta paliza, total, seguro que tienes más de ocho horas de vuelo en las que descansar. Aprovecha cada minuto de tu viaje!

Nota: confirmamos la posible realización del trazado en el tiempo establecido, con todos los complementos gastronómicos y las fotos realizadas. Eso sí, ya lo de llevarse un souvenir… :)

Esta entrada tiene 7 comentarios

  1. Roma es una pasada, he estado hace un tiempo y me he currado también una guía.

    os la dejo por si pudiera ser interesante a algún lector ya que creo que es complementaria:

    Guía sobre Roma

    Si queríes podéis dejar comentarios en la página principal de la guía con sugerencias para incluir en ella.

    gracias

  2. Roma en dos horas? ja ja y ja. Viajar es un concurso? Una prueba atlética? Slow travel. Si Roma en dos horas, Italia en 3 días y Europa en 1 mes. Tonterías las justas.

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