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ilustración comparsa vilanova

Maravilloso Carnaval –rey Carnal o el rei Carnestoltes, en Catalunya– que hace de algunos días de febrero unas jornadas de locura, de expresividad y de magia en cualquier rincón. Personas muy introvertidas se convierten por unos días en las almas de las fiestas, vestidos inimaginables a diario son la ropa más común y, en definitiva, la alegría inunda todo.

Sin embargo, lo que uno no se puede llegar a imaginar es que tal sea la magia que hasta una ciudad de la costa mediterránea se transforme en un pueblo de caramelo –literalmente–.

¿Quién no recuerda a Willy Wonka y su famosa Fábrica de Chocolate? Hoy os descubrimos un maravilloso lugar que hará la boca agua a todos los niños y las gamberradas de los más mayores. Vilanova i la Geltrú en domingo de Carnaval.

 

Guerra con más de 100.000 kilos de caramelos

«Más de 100.00 kilos de caramelos se pueden llegar a lanzar durante un día» en la localidad barcelonesa de Vilanova i la Geltrú, nos asegura un vecino.

Y es que lo más maravilloso aquí un domingo de Carnaval es salir de la estación y ya en el mismo andén encontrarte con cientos de caramelos que alfombran el suelo. Lo más lógico es pensar: «habrá pasado una cabalgata típica»… Intentas encontrarla recorriendo las calles, oyes su música y corres hacia ella… pero cuando crees que has dado con la ‘cabalgata’ lo que ves es un grupo de personas vestidas igual (chicos con barretina, camisa azul a cuadros y un pañuelo doblado a modo de zurrón un tanto misterioso, y ellas con un mantón y claveles regalados por ellos). En la cabecera, un hombre agita una banderola enorme y todos van cantando y… metiendo la mano en el supuesto ‘zurrón’ para LANZAR CARAMELOS allí donde pasan.

Pañuelo a modo de zurrón para llevar los caramelos
Pañuelo a modo de zurrón para llevar los caramelos

 

Este conjunto es una de las más de cincuenta comparsas que recorren durante la mañana del domingo de Carnaval las vías de Vilanova. «Una tradición de toda la vida», nos relata con melancolía una de las vecinas. «Llevo aquí más de cuarenta años y ya se hacía», añade.

Nadie sabe realmente el año en el que comenzó esta locura de llenar TODAS y cada una de las rúas del pueblo de alfombras de caramelos. Los más mayores nos explican que «incluso se mantuvo durante la dictadura franquista, siendo el único pueblo en España que mantuvo este tipo de tradiciones en Carnaval«, ya que el general Francisco Franco prohibió toda expresión carnavalesca durante su régimen dictatorial.

La tradición une a mujeres con mantón, y a hombres vestidos con camisa a cuadros y un gran pañuelo a modo de zurrón donde esconde sus caramelos, como explicábamos. Todos juntos van recorriendo las arterias del municipio al ritmo de la música –las más de cincuenta comparsas a la vez– hasta que se encuentran (dos a dos) en la plaza de la Villa, donde tiene lugar la guerra de caramelos entre las comparsas. El mantón es lo único que protege a los hombres del lanzamiento de los caramelos.

Recomendaciones

Lo mejor es que cualquier viajero que pase por allí puede unirse a la comparsa, previo pago del material de vestimenta, y estar con ellos para vivir más de dentro esta tradición tan dulce.

barriendo caramelos

barriendo caramelosCaramelos!!!!

Si estas comiendo en uno de los bares del centro de la villa, ojo, atento porque en cualquier momento puede entrar un comparsero y llenar el bar de caramelos. Todo está permitido el día de las comparsas y siempre hay anécdotas en estos casos. El encargado del bar Jo36Bis contaba que hace años tenía una pecera dentro del bar y que sin darse cuenta uno de los caramelos que lanzaron en el interior del restaurante se quedó en la pecera. Cerraron, y el lunes por la tarde cuando abrieron de nuevo vieron que todos los peces habían nadado en azúcar durante toda la noche… Desde aquel entonces, ya no hay pecera.

Por este motivo las tiendas de Vilanova se disfrazan de cajas de cartón para evitar que un caramelo acabe con alguna de sus cristaleras.

Los turistas también participan. Ellas provienen de Suiza

Tiendas encartonadas

Si eres un sugar boy, llena tu mochila con bolsas ya que podrás recoger caramelos para todos tus sobrinos, nietos, hijos, vecindario… Los residentes hacen hincapié en ello, «hace décadas, la gente venía de otros pueblos exclusivamente para llenar las casas de estos dulces para sus hijos». Así que a olvidarse de los escasos caramelos de la cabalgata de Reyes.

Lleva calzado viejo, tu suela se convertirá en azúcar y llena papelitos de colores. Si vas con carrito de bebé, forra sus ruedas con una cinta adhesiva.

Y, como último, si estas viendo la guerra de comparsas en la plaza, en cuanto oigas el grito de «LA PLAZA ES VUESTRA» sal corriendo o hazte con una buena chichonera. Nadie está a salvo de un caramelazo, aunque siempre tendrás una golosina a mano para endulzar tan amargo momento.

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