Primero vamos a meternos un poquito en ambiente: aguas termales, balnearios, cascadas de agua, sales minerales, barros, masajes, piscinas climatizadas, incienso, aromaterapia, chocolaterapia, velas… y, sobre todo, aprender a relajarnos ya no sólo física sino también psicológicamente en este intenso día a día que cada uno llevamos.
Podemos pensar que es algo que está de moda debido a eso, al ritmo de vida que tenemos y del que cada vez nuestro cuerpo se queja más (ya me hubiera gustado ver a más de un@ en otra época infinitamente más dura que ésta, pero bueno… eso queda para otro día). Pero no, ya se sabe que los romanos utilizaban los beneficios del agua… los romanos y Centroeuropa, más concretamente la actual República Checa.
Karlovy Vary, o ciudad balneario. Empezó a tener privilegios gracias al emperador Carlos IV en 1370 cuando éste supo de sus fuentes termales y sus beneficios para la salud
Ahora nada tiene que ver esta región con la antigua zona del Imperio Austro-Húngaro, o con la comunista Checoslovaquia. Aunque sí que hace unos años, cuando tuve el placer de visitarlo, se veían todavía atisbos de este tipo de régimen, principalmente en la gente, su forma de vestir, su forma de mirar…
Pero, dejando a un lado esa joya de la Europa más central que es Praga, me gustaría llegar a la ciudad de Karlovy Vary, o ciudad balneario. Empezó a tener privilegios gracias al emperador Carlos IV en 1370 cuando éste supo de sus fuentes termales y sus beneficios para la salud. De ahí su nombre, baños termales de Carlos…
Gracias a las publicaciones de doctores como David Becher y Josef von Löschner, la ciudad se convirtió en un famoso balneario y fue visitada por miembros de la aristocracia europea.
Hoy se puede visitar desde Praga, a unos 140 km, en bus, en tren o en coche. Existen numerosos hoteles en los que hospedarse con sus diferentes circuitos e intalaciones termales, aunque si no quieres pagar mucho y estas ‘viviendo’ en Praga hay una piscina termal donde te puedes bañar gratuitamente.
Luego viene lo más gracioso: beber de las fuentes medicinales con las jarritas exclusivas de Karlovy Vary.
El tratamiento consiste en tomar unos dos litros diarios durante una semana… Su sabor? Bueno, no muy bueno, pero quién dijo que para estar saludable y guapísim@ no había que sufrir?… Partiendo de que está muy caliente (60ºC), pero como es buena para los trastornos digestivos principalmente, hay que hacer un esfuerzo… ag!!
Da gusto pasearse por sus calles, parece como si el tiempo estuviera detenido. Debe de ser la tranquilidad de las aguas en la gente de allí… Si vas alguna vez, no dejes de comprar obleas de mil sabores y ver la iglesia ortodoxa de San Pedro y San Pablo, preciosa aunque pequeñita, y busca en sus alrededores que está lleno de tréboles.. a ver si encuentras uno de cuatro hojas.. aunque puede que me llevara el último…
Lo único, claro, está prohibido fumar… es una ciudad balneario, ya se sabe, lo saludable es lo que prima!
Nota: imagen de cabecera, amaneciendo en el Puente de Carlos en Praga.
Preferimos observar el contexto, captar instantáneas con el alma a través de una buena conversación que no con un teleobjetivo, elevamos el arte al nivel cultural que se merece en detrimento de la fotografía, y encontramos historias que suceden rápido pero que hay que entender. De este modo la experiencia se queda más dentro, se añade a tu currículum de vida, y tiene más valor espiritual que contar los países visitados. Si como añadido a esta línea de viaje le sumamos aquello con lo que trabajamos siempre, la infografía y la ilustración, resulta un viaje con un toque interpretativo añadido extra. Diferente a lo convencional.
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