Y en una urbe pasada por agua los casi 365 días del año como es la denominada Ciudad de la Luz o del Amor, a nadie se le pasaría por la cabeza que uno de los medios de transporte más utilizados por los ciudadanos y viajeros que la visitan fuera una moto: el moto-taxi.
Pensado así puede resultar una locura, pero si has estado alguna vez en esta metrópoli sabrás que París es uno de los lugares con el peor tráfico de Europa. Atravesarla en hora punta puede resultar casi imposible y llegar con el tiempo justo a algún sitio es una actividad de alto riesgo si padecemos estrés.
Si vas sin equipaje, perfecto, cualquiera de las empresas que se dedican a ello te proporcionarán desde un casco conectado al conductor, guantes, chaqueta y hasta una ‘mantita’ para quitarte el frío. Si llevas una maleta, también poseen un habitáculo para portar.
La gran desventaja de este servicio introducido en París hace ya diez años, es que no es apto para todos los bolsillos. Por ejemplo, una carrera en un taxi convencional del aeropuerto de Orly al centro de París roza los 45 euros aproximadamente. En moto-taxi unos 75 euros el trayecto y no lo puedes dividir por tu acompañante, claro! ;)
La idea no es nueva. El nacimiento se produjo en la capital británica y en países como Camerún esta practica ya se realiza hace años, eso sí, no de forma tan ‘francesa’, exquisita y cuidada. En nuestro país se introdujo en el año 2009, pero ha tenido una baja aceptación, solo los ejecutivos lo utilizan.
Los ‘rickshaws’ puede ser la alternativa asiática de la moto-taxi, aunque normalmente caben más de dos personas… Ya le dedicaremos un contenido aparte porque merece la pena por la cantidad de experiencias que se pueden vivir a bordo
Sí, lo sé… Lo estás pensando desde el primer momento… Estas moto-taxi, sí, aceptan que el pasajero apoye su cabeza en el piloto en caso de pánico escénico y que le agarre la cintura… Lo que no sé si eso se pagará como un extra…
Preferimos observar el contexto, captar instantáneas con el alma a través de una buena conversación que no con un teleobjetivo, elevamos el arte al nivel cultural que se merece en detrimento de la fotografía, y encontramos historias que suceden rápido pero que hay que entender. De este modo la experiencia se queda más dentro, se añade a tu currículum de vida, y tiene más valor espiritual que contar los países visitados. Si como añadido a esta línea de viaje le sumamos aquello con lo que trabajamos siempre, la infografía y la ilustración, resulta un viaje con un toque interpretativo añadido extra. Diferente a lo convencional.
Veo que ya has estado en Paris eres una gran viajera pero no me digas que la abuela de la foto es de alli,no me lo puedo creer mas bien parece de Cuba,me gusta tus comentarios,
Jajjja!! no, evidentemente, no es de París… puede ser, sí, de Cuba, Camerún, Gambia, India y cualquiera de estos lugares en los que son amantes del riesgo y van en moto de cualquier manera… Ya hablaré algún día de este tema, es muy interesante 🙂 Por cierto, quién eres 3? tengo mis sospechas ^_^
Por cierto, gracias por los halagos!!! 🙂
Otra ciudad para no demorar en conocer. Aquí, en América, es en La Habana donde existe algo similar a la moto – taxi: los coco – taxi, una moto con un agregado para máximo 2 personas que por su forma parace un coco. Si sos turista, tomarte uno es sin duda parte del asunto.
La verdad es que, Juan, estoy pendiente de escribir un post sobre los diferentes medios de transporte… Ése que comentas y el rickshaw es de lo mejorcito… 😉 Gracias comentar!