<<(…) Madrid, Madrid, Madrid, pedazo de la España en que nací, por algo te hizo Dios, la cuna del requiebro y del chotis. Madrid, Madrid, Madrid, en Méjico se piensa mucho en ti; por el sabor que tienen tus verbenas, por tantas cosas buenas que soñamos desde aquí; y vas a ver, lo que es canela fina, y armar la tremolina, cuando llegues a Madrid (…)>>
Sí, lo sé, lo reconozco, soy algo ‘folclórica’ que dicen mis amigos… Pero cómo voy a dejar de hablar de una de las fiestas más importantes de la capital cuando llega el mes de mayo (el 15 de mayo concretamente)… y no, no me refiero a la Feria de San Isidro taurina -que también, pero sé que habrá muchos que no sean partidiarios de la Fiesta Nacional, así que evitaré la polémica- sino a las fiestas de nuestro patrón, San Isidro!!!!
Un día verdaderamente castizo comienza en La Pradera…
… esa pradera que pintaba Goya en sus cuadros con la gente comiendo en el suelo con sus mantas, o jugando a la ‘gallinita ciega’, o simplemente deleitándose con el paisaje que se puede vislumbrar desde lo alto, a saber: Palacio Real, La Almudena (cuando todavía estaba sin terminar), Campo del Moro, Jardines de Sabatini, el río Manzanares (cuando era caudaloso…), etc.
Allí, en La Pradera, aparte de tooooooodos los chiringuitos que están ya instalados (perritos calientes, algodón de azúcar, entresijos y criadillas, panceta, lomo, patatas, tortilla, aceitunas…), no hay que pasar por alto los puestos de las auténticas Rosquillas del Santo y sus variantes nacidas en las últimas décadas:
- Las ‘listas’, llamadas así por su recubrimiento de azúcar:
- Las ‘tontas’, desprovistas del manjar dulce:
- Las de ‘Santa Clara’… por la clara del huevo :)
- Y las variantes, de limón, de fresa…
Todas buenísimas, aunque hay que saber dónde se compran, como todo, claro.
La siguiente parada obligatoria está en la Ermita del Santo, de San Isidro. Una pequeña capilla y una fuente, bueno, más bien un antiguo caño, por el que ‘dicen’ que sale agua bendita -ya que San Isidro poseía el don de serle fácil encontrar agua- y si se bebe se purifica el alma… Las tradiciones populares siempre son así, no nos debe extrañar… Si vas sin vaso, no te preocupes, venden botijos ‘coloraos’ de Alcorcón o vasitos plegables…
A las 19,00 horas tienes la corrida de toros en la Monumental de Las Ventas… si te gustan, obviamente… Sino, puedes ir a la plaza Mayor a seguir merendando con un bocata de calamares… Y después a eso de las 21,00 horas que también han terminado los toros, la cena está en Las Vistillas, el parque justo que está detrás de la Catedral de La Almudena. Allí siguen los puestos de comidas, hay actuaciones musicales, conciertos y luego, si eres de los que aguanta hasta la madrugada, puedes seguir charlando e intercambiando ‘opiniones’ en las escaleras de Las Vistillas, todo un clásico de los ‘botellones’ madrileños.
Así que tanto si eres ‘gato/a’ como sino, creo que es una fiesta que todo aquel que pasa por ‘los madriles’ debería vivir al menos una vez en su vida… Como colofón del día, si lo aguantas, es ir vestido de chulapo/a, ‘ej que’ tiene su chulería… oooooyesssss, ‘chatos’… y bailarte un chotis…
Para que luego cantara el grupo ‘Los Refrescos’:
<<(…) Podéis tener Retiro, Casa Campo y Ateneo, podéis tener mil cines, mil teatros, mil museos, podéis tener Corrala, organillos y chulapas, pero al llegar agosto, ¡vaya, vaya!, aquí no hay playa. (y yo digo: ¡¡y qué, ‘jod…r’!!…) ¡Vaya, vaya!… (…)>> Ay, si la tuviera… ;)
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Nota: una lectora (Lucía) me acaba de comunicar que faltan en este listado las recubiertas de yema -sus preferidas- aunque a mí no me suenan de nada… pero bueno, supongo que será una variante a las auténticas… :)
Preferimos observar el contexto, captar instantáneas con el alma a través de una buena conversación que no con un teleobjetivo, elevamos el arte al nivel cultural que se merece en detrimento de la fotografía, y encontramos historias que suceden rápido pero que hay que entender. De este modo la experiencia se queda más dentro, se añade a tu currículum de vida, y tiene más valor espiritual que contar los países visitados. Si como añadido a esta línea de viaje le sumamos aquello con lo que trabajamos siempre, la infografía y la ilustración, resulta un viaje con un toque interpretativo añadido extra. Diferente a lo convencional.
Me encanta saber que todavia hay madrileños por ahi y que le gustan dichas fiestas a mi tambien pero en particular Los Toros, lo siento , es una fiesta magnifica y que no se debe de perder.Por cierto No conozco las rosquillas de yema, no seran la de santa clara.Viva las fiestas de MADRID.
Gracias AD. Espero que exista más gente que mantenga las tradiciones y las pase de generación en generación. Gracias por tu aportación!
Me ha encantado. Otro mayo que me lo pierdo, pero en fins…Me gusta pensar que lo de «Madrid, Madrid, Madrid, en Méjico se piensa mucho en ti», lo escribiste por mí, jajaja…
Hombre, claro Cris!! Y por Adri también no se nos vaya a enfandar… 😉
Te puedes creer que no he ido nunca ni a La Pradera ni a la Erminta y llevo varios años ya en Madrid… a ver si el año que viene me animo…
Entonces todavía no eres ‘madrileña’!!!! :)))) gracias Silvia por el comentario