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Si pensamos en Berlín lo primero que se nos viene a la cabeza es la imagen del Muro que antiguamente –y no hace tantos años– dividía la Alemania en dos (la federal y la democrática, o también llamadas la soviética y la occidental).

También podríamos estar pensando en lo bien y rápido que se ha recuperado la capital germana en estas últimas décadas después de la terrible situación de la Segunda Guerra Mundial que marcó generaciones de familias y la cantidad de oferta hotelera existente en la urbe alemana como oh-berlín.

Pero no, he preferido traer algo más cultural, más alegre y más fresco para comenzar esta vuelta de vacaciones. El hombrecillo Ampelmann presente en todos los semáforos y que en 2011 cumplió medio siglo.

Regordete y con aires soviéticos

El muñeco con andares comunistas fue diseñado por el psicólogo Karl Peglau y se instaló en los semáforos de las calles berlinesas –esta vez sólo en las orientales– el 13 de octubre de 1961. Pero no todas las décadas fueron de gloria para este pequeño hombrecito alternado en verde y rojo.

En 1990, tras la reunificación de Alemania y la caída del muro de Berlín, casi le llegó una prejubilación que gracias al diseñador Markus Heckhausen se pudo aplazar a tiempo. Todo lo soviético se quería derribar. Pero Markus convirtió esta señal en un objeto de culto e, incluso, usó semáforos con Ampelmann a modo de lámparas que fueron un éxito.

Desde el año 2005 está en la mayoría de los cruces de peatones de Berlín (tanto la antigua zona oriental como la occidental), aunque se han introducido variables femeninas en 2004 por Joachim Roßberg con trenzas y falda –Ampelfrau–.

Hoy es uno de las imágenes más utilizadas en Berlín para atraer el turismo, y está presente en camisetas, carteles, bolsas, llaveros, toallas, etc. Un negocio redondo.

Sin embargo, y a pesar de todas los complementos, sigue cumpliendo la misma misión inicial: un muñeco cuyo lenguaje gestual fuera comprensible por todo el mundo… y ahora, en verdad, a todo el mundo ha llegado.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Curioso el personajillo que han sabido mantener su diseño durante años y que ahora también les vale para traer turismo. Buena idea debemos aprender de eesto.

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