Las Fallas: antes, durante y después de la fiesta

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Con este sonido de fondo arrancan las fiestas de las Fallas en Valencia año tras año.

Un mes antes los valencianos, y sus turistas, disfrutan día a día de la mascletá. Porque sí, no todo en estas fiestas valencianas se reduce a ver las fallas –esas esculturas dignas de admirar, que cada año nos sorprenden más y que cuando llega el día de la cremá (19 de marzo) y se queman año tras año producen en el visitante una gran melancolía, pese a ser un trabajo que da empleo a sus habitantes–, sino que hay mucho más antes, durante y después.

Antes

El trabajo a lo largo del año anterior de falleros, artistas, escultores, pintores… que dan vida a las mismas fallas, cada una con una temática diferente y como siempre con un hilo común: la crítica social y política del momento.

Un mes antes, aproximadamente, del día de la cremá, Valencia empieza a oler a pólvora de alegría, de fiesta, de comunidad, de tradición. La mascletá se hace protagonista la plaza del ayuntamiento todas las mañanas en torno a las 14.00 horas y los mismos valencianos suelen salir de sus puestos de trabajo corriendo para vivir aquel ruidoso momento. Cientos y cientos de petardos, y kilos de pólvora disfrazan la plaza principal de Valencia cada mañana hasta el fin de las fiestas.

Durante

Miles de visitantes reservan hoteles en la capital valenciana durante estas fechas en las que finaliza el invierno, y acuden a la ciudad litoral para observar, admirar, fotografiar las obras de arte que decoran cada rincón, cada cruce de calle. Sí, cada barrio tiene su propia falla y son los propios vecinos los que se encargan de organizar todo: bar, falla, petardos, reina de la falla, comidas, conciertos… Las más populares –las fallas– tienen carpas propias donde aquel que visite la zona en esos días puede disfrutar de la comida (paella y bocadillos, principalmente) y de la música con conciertos al aire libre.

Otras de las atracciones más recomendadas durante las Fallas es comprar petardos y convertirte en un niño por unas horas –o días– poniéndolos en cualquier esquina, aunque, ¡ojo! debes hacerlo en las zonas habilitadas para ello y nunca al lado de la gente o de una falla. Desde este rincón os remitimos a unos petardos que son para niños denominados garbanzos, los cuales hacen un ruido de disparo al tirarlos al suelo. Lo bueno es que son completamente inofensivos.

Después

Y el día mayor es el 19 de marzo, el día del Padre-San José, en donde se produce la quema de todas las fallas durante la jornada, siendo la que está situada en la plaza del ayuntamiento la última que se termina de quemar a las 0.00 horas del día 20 de marzo. No sabemos si tiene un efecto mágico como las hogueras de la noche de San Juan, pero lo que sí que sabemos es que las lágrimas están aseguradas al ver como arde tanta obra de arte junta.

Un cremá que, por suerte, sigue manteniéndose y aportando todos los años un empleo a sus artistas. Entonces, puede que en esta época de crisis la noche del 19 de marzo algunos ya lloren de alegría.

Nota: las fotografías corresponden a las Fallas 2010, gracias a nuestra amiga Irene por el alojamiento y la posible vivencia de estas fiestas que cruzan fronteras.