Muchas veces cuando pisamos una ciudad que desconocemos solemos guiarnos por lo que aparece en las rutas turísticas y dejamos a un lado lo que no se refleja en ellas, como si decidiéramos en ese instante –sentenciando, a veces– que no existe nada más que lo que nos han contado en la oficina de turismo.
Por este motivo, algunos de los museos de la ciudad de Barcelona –como puede ser el museo Picasso– son visitados de manera multitudinaria, dejando prácticamente desérticos otros no tan conocidos pero de gran importancia.
Pinacotecas como La Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi (Racba), el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), el Museu Frederic Marès o el Museu Víctor Balaguer (en Vilanova i la Geltrú), conservan en su interior obras de un gran interés para el turista amante del arte pictórico y escultórico.
Todas ellas se han unido simultáneamente en una exposición común, desde el 30 de mayo hasta finales de julio, basada en una visión de la escultura europea y catalana del siglo XIX, unida a dibujos –sobre el modelo escultórico original– realizados por más de diez artistas provenientes de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona como Carlos García, Adrián Arnau, Jordi Díaz y Laura Portolés, entre otros. «Ellos son realmente los protagonistas de esta exhibición», señalaba Mireia Freixa, profesora de la Universidad de Barcelona, en el acto de inauguración el pasado 30 de mayo de 2013.
Una muestra que combina la visión de la escultura y de la pintura sobre un eje común: la figura del Héroe en la escultura catalana (1800-1850).
El Héroe griego
La inauguración el pasado jueves 30 de mayo contó con la presencia de Ian Jenkins, director del departamento de antigüedades grecorromanas del British Museum de Londres, Carlos Reyero, profesor de escultura de la Universidad Pompeu Fabra, y Mireia Freixa, profesora de la Universidad de Barcelona.
Todos señalaron el interés que la escultura europea del siglo XIX está experimentando gracias a un redescubrimiento. «La figura del Héroe, el Heros griego, se había utilizado por primera vez en la Ilíada y en la Guerra de Troya», explicaba la profesora Freixa sobre el ser semidivino que era considerado este personaje helénico. Resultando algo «esencial la imagen del Héroe en la disciplina escultórica», añadía Jenkins, y ya en el siglo XIX «una respuesta a los encargos de la burguesía y aristócratas de la época», matizaba Mireia Freixa.
El marco de la inauguración se realizó en La Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi (Racba), un edificio que alberga cientos de pinturas y esculturas de los últimos siglos, y que ha tenido diferentes funciones desde su creación en 1775 como Escuela de Dibujo y Academia de Bellas Artes (1850), quedando constituida definitivamente como La Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi en 1928.
Una alternativa museística de la Ciudad Condal que no te debes perder si eres de los que miran sólo de reojo las guías turísticas convencionales…
Nota: texto compartido con El Séptimo Viajero.
Preferimos observar el contexto, captar instantáneas con el alma a través de una buena conversación que no con un teleobjetivo, elevamos el arte al nivel cultural que se merece en detrimento de la fotografía, y encontramos historias que suceden rápido pero que hay que entender. De este modo la experiencia se queda más dentro, se añade a tu currículum de vida, y tiene más valor espiritual que contar los países visitados. Si como añadido a esta línea de viaje le sumamos aquello con lo que trabajamos siempre, la infografía y la ilustración, resulta un viaje con un toque interpretativo añadido extra. Diferente a lo convencional.
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