Donde el paraíso toma forma y la peseta renace: Sri Lanka

Si a eso le añadimos que un alto porcentaje de su población es budista –un 70%–, lo que lo convierte en un país exageradamente limpio según los ideales de la religión de Buda y con una educación exquisita en cuanto a convivencia y saber estar con el otro, hacen del país cingalés un auténtico paraíso y un regalo para los ojos y el alma.

Además, Sri Lanka sustenta la ‘peseta asiática’, como la he denominado, ya que su divisa oficial –la rupia cingalesa– posee un cambio que equivale a las antiguas pesetas… Si una botella de agua vale unas 80 rupias cingalesas, serían unas 80 pesetas…

Un tsunami y una guerra civil

Que sea un país como el que es ahora se deba probablemente a sus antecedentes, como muchas situaciones en la vida: te enseñan a ser más fuerte y a valorar.

Sri Lanka empezó a despegar a finales de los años noventa poco a poco hasta que el tsunami de diciembre de 2004 acabó con mafias de prostitución infantil y delitos de todo tipo que allí estaban desarrollándose. No hay mal que por bien no venga.

Después de ese golpe tan fuerte que sufrió el país, vino la guerra civil en 2009 –entre el gobierno y los tigres tamiles, un grupo militar separatista–. Así no es de extrañar que los cingaleses no hayan parado de invertir en su país a nivel turístico, sabiendo de sobra que su región ofrece todo aquello que un viajero busca.

Fuerte desarrollo en un entorno todavía virgen

El desarrolo tan rápido es visible en la construcción del nuevo aeropuerto al sur de la isla del Índico, al lado de las playas. El visado ya se cobra –cosa que antes no existía hasta este año 2012– y algunas cadenas hoteleras ya están empezando a dejar su huella, aunque por fortuna todavía hay muchísimas playas de área virgen y zonas casi sin explotar. 

Zonas como:

• La antigua ciudad medieval de Polonawura, del siglo XII, llena de budas, uno de ellos de 14 metros tallado en granito, templos –denominados ‘dagobas’, construcción típica asiática– de magnitudes y construcción comparada con las pirámides egipcias.
  
  

La montaña de Sigiriya desde la que se puede contemplar el valle del paraíso, aunque es más recomendable Pidurangalla, menos explotada y en la que se puede fotografiar Sigiriya y meditar un buen rato –ya dedicaré un ‘post’ a esto–. En lo más alto de la montaña te sientes un poco como el Rey León de Disney ;)

La ciudad del Kandy que acoge el diente de Buda en su templo… centro de peregrinación… hay que verlo. La leyenda cuenta que el diente de Buda fue transportado desde la India hasta Sri Lanka en los cabellos de una joven princesa… Te recomiento una vuelta por el lago de la ciudad.

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  Las montañas de Nuwara Eliya de unos 2.000 metros, con cascadas de agua y unos valles impresionantes, la mayoría llenos de plantaciones de té traído por los ingleses –delicioso– y cuya colonización en esta zona es más que evidente –hipódromo, campo de golf, casas de construcción británica, entre otros–. Hasta el frío de la isla británica acompaña este lugar… el Pico de Pedro… Futuro ‘post’… ;)

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  El Parque Natural de Yala. Sin palabras… impresiona… Si tienes la suerte de ver al gran elefante macho y al leopardo, date por afortunado! :) aunque estate atento ya que los elefantes están sueltos y viven en libertad por toda la isla.

  
  
  

  Los templos excavados en la roca de Dambulla, donde puedes aburrirte de ver cientos de budas en todas las posturas.

• Playas, playas y playas… desde Matara hasta Galle, pasando por la increíble playa de arena fina de Unawatuna donde los pescadores pescan durante horas encima de unos palitos de madera… verlo para creer… Sobre el snorkel… horas y horas de buceo, si no te pilla la época del monzón, entoces atrévete con las olas del Índico ;)

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  Y de Colombo, su capital, pasa… y corriendo si puedes…

Sobre el transporte… Si tienes tiempo pilla el bus, son baratos y hay muchísimos. Pero sólo si vas más de 10 días, sino no te dará tiempo a ver nada… las distancias son cortas pero como en todo país asiático hacer 150 kilómetros te puede llevar toda una jornada de viaje… Paciencia, no estás en casa. El tren no llega a muchos sitios, y es muy parecido al indio, así que lo mejor es alquilar un coche con conductor.

Y para una persona que disfruta con la comida, pues voy a intentar ser lo más objetiva posible… No puedo, me encantaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!! verduras, pescados, marisco, frutaaaaa (papayaaaa para aburrir), en fin… un placer para el sentido del gusto.

Aunque si de placer hablamos, date un capricho y adquiere alguna de las piedras preciosas o semipreciosas que también posee Sri Lanka… os acordáis del anillo de zafiro azul que lució Lady Di y después la ya esposa del prícincipe Guillermo de Inglaterra, Kate Middleton, el día de la pedida?… pues venía de estas tierras…

 

Bien sea por haber vivido dos situaciones extremas en muy poco tiempo, o por razones religiosas, la perla del sur del subcontinente indio es el país de la sonrisa, del ‘happy flower’, del ser entusiasta… Un lugar donde es difícil discutir, ponerse serio… ellos se encargan de que cada minuto que pases allí te encuentres en el paraíso, esta vez, y por suerte, ya no perdido.

 

Nota: podría haberme saltado el estilo y haber contado paso por paso la estancia en el país asiático tras algunos mensajes de seguidores interesados en ello… Pero no lo he hecho ya que no es la línea de este blog… Siempre he preferido desmenuzar y contar poquito a poquito para no saturar… :) Aunque si hay algo que queráis preguntar… To be continued…