En pleno siglo XXI todavía podemos encontrar a esos viajeros románticos con libreta en mano, su bolígrafo y su cámara de fotos de carrete. Sin embargo, inevitablemente, cada vez son menos los que siguen por el camino de lo tradicional y se van sumando a lo que la tecnología pone a su alcance para que los viajes sean –en según qué ocasiones– más prácticos.
Durante FITUR 2014 pudimos comprobarlo, ya que fue una de las primera ferias donde el sector tecnológico ocupó una gran superficie. Los mismos expositores lo comentaban cada vez que nos acercábamos a preguntar, “sí, es nuestro primer año”, y así uno tras otro.
Tal fue el despliegue en el Campo de las Naciones de Madrid que las famosas gafas del buscador Google –las Google Glass, por cierto, no apta para los que tiendan al estrabismo– estaban en varias esquinas y hasta se organizó The App Tourism Awards para premiar las mejores apps –esas aplicaciones en los dispositivos móviles– viajeras. Así se ha editado una Guía de apps turísticas, gracias a la iniciativa de la Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas (SEGITTUR) y la colaboración del Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, y la Unión Europea.
La selección recogida en el libro muestra las apps más representativas de los diferentes servicios que puede buscar el viajero (transporte, alojamiento, restauración, guías, utilidades…). Las aplicaciones ganadoras fueron muy variadas, desde una guía de Toledo, rutas de senderismo, las mejores playas asturianas, guía de Noruega, buscador de vuelos baratos y reservación de los mejores restaurantes.
Desde Babilonia’s Travel podríamos recomendarte alguna, pero realmente son todas magníficas. Ahora eres tú, viajero, el que debe decidir cuál desea instalar en función de tus necesidades.
Tecnología para sentir
Sin embargo, no todas las nuevas incorporaciones tecnológicas se descargan en tu dispositivo móvil y listo, sino que algunas recrean situaciones que hacen vivir el viaje desde otros puntos de vista como el de las sensaciones.
Este es el caso del 3D inmersivo reproducido en la ciudad de Linares (Jaén), como nos explica José Manuel Pedrosa, responsable en el stand de FITUR 2014. Sus gafas adaptadas a esta tecnología, sumado a unos auriculares para añadir sonido ambiente, te teletransportan a la época romana. El viajero que llega al conjunto arqueológico de Cástulo (cerca de Linares) puede vivir y sentir aquella época de la historia de primera mano, algo parecido a un viaje en el tiempo unido a un realismo mágico.
La empresa Oculus Rift, junto a los españoles Forum MMX, conforman esta sinergia para que el turista pueda mirar in situ con otros ojos. Una experiencia un tanto mareante, al principio, pero que a los pocos segundos hasta puedes saborear los olores de una casa romana.
El viaje completo en 360º
Otra de las nuevas tecnologías que pudimos catar en este FITUR 2014 fue el cine Full Dome de 360 grados, una experiencia total de inmersión para el viajero que llega a su destino “vive la historia, u otro punto de vista de lo que va a visitar”, nos explica Fernando Flores, responsable de márketing de IlusaMedia.
La empresa vallisoletana crea ese cine en su totalidad de visión, más que lo que el ojo humano puede ver, e instala carpas a modo de cine en cualquier lugar. «El impacto directo en la audiencia es inmediato», nos declara, «cualquier empresa de turismo puede contratar esta carpa y colocarla a su conveniencia para que el viajero viva la experiencia desde dentro», añade Flores.
Una cómoda cama dentro nos espera para tumbarnos y poder disfrutar del viaje redondo en 360 grados.
Ahora tú decides, si seguir manteniendo esas costumbres de libreta y lápiz en mano de viajero romántico, o prefieres ir conjugando estas tecnologías para que tu destino se complemente con estas innovaciones que poco a poco se van instalando, irremediablemente, en nuestras vidas viajeras.
Nota: fotos cedidas por IlusaMedia
Preferimos observar el contexto, captar instantáneas con el alma a través de una buena conversación que no con un teleobjetivo, elevamos el arte al nivel cultural que se merece en detrimento de la fotografía, y encontramos historias que suceden rápido pero que hay que entender. De este modo la experiencia se queda más dentro, se añade a tu currículum de vida, y tiene más valor espiritual que contar los países visitados. Si como añadido a esta línea de viaje le sumamos aquello con lo que trabajamos siempre, la infografía y la ilustración, resulta un viaje con un toque interpretativo añadido extra. Diferente a lo convencional.
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