Pocos pensarían que en el continente africano, detrás de una superficie de 582.650 km², de la cual el 2,3 % es agua, está «uno de los primeros productores de rosas en el mundo».
Sí, porque no sólo hay safaris en… Kenia.
Con estas declaraciones, Daniel Karira, jefe de márketing de la Oficina de Turismo de Kenia, nos sorprendía durante la Feria Internacional de Turismo (FITUR) celebrada el pasado mes de enero en Madrid (año 2014). «Somos los primeros produciendo rosas en África y detrás de Moscú, Japón y Amsterdam», nos explicaba Karira durante la entrevista.
La industria floral de este país se localiza al norte de Nairobi, alrededor del lago Naivasha, gracias a la altitud y a la luz, y también en la zona más al norte llamada Turkana que posee alrededor de 207 billones de metros cúbicos de agua –algo muy apreciado en Kenia ya que más de tres cuartas partes del país es desierto–.
Oserian Development Company es una de las factorías de flores más importantes del estado ya que prácticamente cada año recibe un premio a las mejores rosas, según explica en su web.
Un tema, el de las rosas, algo polémico si navegas un poco por la web ya que durante los últimos meses se está poniendo en duda las condiciones de los trabajadores keniatas en estas fábricas generadoras de flora.
[/vc_column_text] [/vc_column_inner][/vc_row_inner]42 tribus entre flores y café
No sólo Kenia es uno de los productores más importantes de flores, sino que también lo es de café. «Es la mejor producción de café y té del mundo», subrayaba Daniel Karira en FITUR, y de sobra es conocido el aroma del café keniata en cualquier rincón del planeta.
Y así, entre plantaciones de flores y de café conviven las más de «42 tribus que hay en Kenia repartidas principalmente por la costa», explicaba el jefe márketing de la Oficina de Turismo de Kenia. «Maasai, Samburu, Swahili, Mijikenda…» iba anotando Daniel en nuestra libreta.
Muchas de ellas poseen festivales culturales dignos de admirar por el turista. Así en noviembre «puedes venir a conocer el Lamu Cultural Festival en el archipiélago de Lamu», comentaba Karira, una celebración de tres días donde hay competiciones en el agua y objetos hechos a mano, entre otros; o el «festival Turkana en mayo», añadía, al lado del lago del mismo nombre y con las tribus que viven alrededor de él.
Fuente: imágenes de www.azrom.com y www.enasoit.com.
Más que safari
Sin embargo, puede que seas de los viajeros que les encanta los safaris y los viajes más tradicionales de descanso, no te preocupes, Kenia también te brinda la oportunidad. Excursiones para ver su fauna, «hoteles provistos de inmensos campos de golf, rafting cerca de Nairobi o buceo en su arrecife de costa, además de tener veinte museos en todo el país», destacaba Daniel.
«No es el mejor país para ir por tu cuenta», aseguraba, debido a las malas calidades de su red de transporte, aunque sí que «somos muy hospitalarios».
Un destino todavía por descubrir y que hoy, tanto si viajas en familia como en pareja, tienes webs que brindan descuentos volando con Qatar Airways para poder disfrutar Kenia más allá de los safaris, y traer rosas como souvenir.
Preferimos observar el contexto, captar instantáneas con el alma a través de una buena conversación que no con un teleobjetivo, elevamos el arte al nivel cultural que se merece en detrimento de la fotografía, y encontramos historias que suceden rápido pero que hay que entender. De este modo la experiencia se queda más dentro, se añade a tu currículum de vida, y tiene más valor espiritual que contar los países visitados. Si como añadido a esta línea de viaje le sumamos aquello con lo que trabajamos siempre, la infografía y la ilustración, resulta un viaje con un toque interpretativo añadido extra. Diferente a lo convencional.
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