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Y cuando pensamos que ya está todo inventado y visto, nos encontramos con que cientos de ‘otras’ flores decoran el día de Sant Jordi en Barcelona.

IMG_6560Sí, Sant Jordi –el día del libro– es más que un día de cultura en Catalunya, es un día de sentimiento y de compartir, de buenas costumbres. Es una jornada para regalar ese ejemplar de lectura buscado todo el año, y/o, por qué no, ofrecer un presente como tal a la persona amada.

Un presente que desde primera hora de la mañana, en la mayoría de los casos, puedes ver a hombres de todas las edades con él en la mano: su rosa recién comprada. Una rosa que llenará el corazón de alguna princesa y hará vibrar ese sentimiento de los enamorados, como marca la tradición.

Pero y, ¿realmente son todas iguales?

La artesanía de las rosas sale a la calle el día de Sant Jordi

Los más tradicionales dirán que sí, pero si recorremos la mayor parte de las ‘paradetas’ de la ciudad condal  –de los cientos y cientos de puestos (unos más familiares, otros de mayor envergadura) que inundan cada rincón de la villa e instauran esa sensación de festividad, aunque sea un día laborable– veremos que el negocio de la rosa se reinventa todos los 23 de abril.

Unos pintan tejas con rosas, como es el caso de José Varela, artesano que un día le dio por «pintar tejas con diferentes motivos y hoy las vendo por primera vez en una paradeta, al igual que en mi página de Facebook Arteula«, nos comenta.

Otros las realizan en madera durante casi cuatro horas de trabajo, bueno, «ahora he conseguido que después de unos cuantos años sean tres y media», nos añade Jordi, el carpintero y artista de El taller de la ninfa. Un obrador que participa también en las jornadas de artesanía que Barcelona dedica a este sector dos veces al año: Tallers Oberts.

También hay lugar para la prensa en Sant Jordi a modo de lápices y con forma de rosa, cómo no. Estas rosas de papel de periódico y con punta de lápiz las encontrarás en el facebook de Núria Grau.

Y si quieres que el regalo de la rosa no sea perecedero, igualmente puedes tener una rosa que abrigue tu cuello o que seque tu cara en el lavabo. ¿No te lo crees? Los artistas de Animales de toalla inundan parte de la calle con sus rosas de toalla –que huelen a rosa– y sus foulards para las más coquetas y frioleras. O estas rosas fabricadas por Oxydumpor dos artesanas, Ari y Mireia que, según nos comentan, dedican gran parte de su tiempo a su empresa de arte en hierro.

Aunque para los más pacientes, además, puedes encontrar rosas enlatadas… sí, enlatadas, aunque no han germinado aún. Por cuatro euros puedes adquirir estos envases que decorarán tu terraza, si los riegas bien todo el año.

enlatada

Otras curiosidades: monjes, alcachofas y ONG’s

Pero si lo que más se ve el día de Sant Jordi son libros y rosas, esto no significa que si husmeamos un poco más allá podamos localizar alguna curiosidad que se deja entrever entre tanta flor.

Un ejemplo es la paradeta dedicada a esa relación, a veces imposible, de la verdura y los niños. «El Capità Espàrrec», un libro presentado entre alcachofas y judías en medio de La Rambla de Catalunya. Patossa, su ilustradora –Patricia– nos explica el proceso de creación, «la autora, Laura Sala, me contactó por Linkedin y ahí surgió este librito para niños que hoy presentamos entre alcachofas que simulan rosas».

Como contraparte, los estudiantes de medicina llenan las esquinas de Barcelona para recaudar dinero para sus viajes de fin de carrera, a cambio de medir la tensión, y ONG’s salen a la calle para recoger fondos a través de las mismas rosas.

Así Gema y Pablo de Aki’ba Guinea nos expresan su día de Sant Jordi como portadores de la asociación para proyectos en Guinea Ecuatorial. Y la Fundació Ires –instituto de reinserción social–, con la colaboración de uno de los hoteles más prestigiosos de la urbe barcelona, el hotel Majestic, dona sus rosas a cambio de donaciones bajo el lema «Una rosa per una causa» (una rosa por una causa) para ayudar a las familias en riesgo de exclusión. La directora de la fundación, Montserrat Toha, nos añade que «es el mismo hotel el que compra las rosas, nos deja su esquina para este día y nosotros las regalamos a cambio de una donación, así año tras año». Una iniciativa que se realiza  por el momento «solo para familiaas en Catalunya», concluye.

Y como punto de paz para este día lleno de sentimiento y tradición, puedes encontrarte a algún que otro monje budista que siempre te recibe con una gran sonrisa. En este caso, Thubten Wangchen, director de la Casa del Tibet en Barcelona, y luchador por los derechos de su paísBabilonia’s Travel tuvo la suerte de hablar con él y nos dedicó unas palabras muy útiles en estos tiempos, uno de nuestros mejores regalos en Sant Jordi:

¡La Paz y La Felicidad!

Una vida digna llena de ánimo y de paz.

Varios regalos, varias rosas… aunque siempre cada cual se quedará con la que más sentimiento le transmita. Como esta rosa que nos ha hecho llegar Lourdes Ortega, lectora de nuestra web y mamá de dos niños, para ella es el mejor presente, no solo durante el día del Libro –Sant Jordi– sino en el resto del año.

Rosa_mama

 

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