El ‘boom’ inmobiliario de Tánger y su Beverly Hills

Tánger, la ciudad marroquí que vigila durante el principio de los tiempos la perfecta unión de las aguas del Océano Atlántico y del Mar Mediterráneo desde el cabo Espartel, es ahora una de las villas con más desarrollo urbanístico de Marruecos.

La localidad norteña de nuestro país vecino alberga una población de un millón y medio de habitantes en 2012 y, como era de esperar, el boom urbanístico también está llegando a estas zonas. Algo que, por suerte, está generando trabajo y acogiendo a los obreros, electricistas y soldadores que antes vivían en España y tuvieron que volver a su país de origen con la crisis europea.

Sin embargo, la construcción de numerosos edificios que se están quedando vacíos o sin terminar más de la mitad, según los lugareños, es uno de los problemas a los que se está enfrentando Tánger. Suelen ser los de fuera los que se hacen con estas viviendas.

«Muchos los compran y luego sólo vienen una vez al año o ni eso», me comentaba un taxista de la zona en su petit taxi –Marruecos tiene dos clases de este medio de transporte público, el grand taxi, de color beige, que puede llevar hasta a 6 personas, de tarifas más caras, y el petit taxi,de color azul, para desplazamientos en ciudad y más baratos–.

Y es que es algo muy normal cuando por unos 25.000 euros puedes tener un piso de unos 60 metros cuadrados… pero, claro, no para un bolsillo marroquí.

Beverly Hills en África

Pero la preocupación de Tánger no es sólo ésa, sino que el pueblo –si te das una vuelta por su medina y su kasbah– es bastante humilde y hay una gran diferencia de barrios… «Mientras que la gente en la Medina se muere de hambre, aquí en el Gran Monte, en la colina, disfrutan del dinero y de sus palacios», sentenciaba con cierto dolor el conductor tangerino.

El Gran Monte es el el barrio más rico de Tánger que empieza en una zona denominada California, por las subidas y bajadas similares a la región estadounidense, y termina en lo alto de la colina rodeada de palacios, como el del rey de Marruecos –mucho más benévolo que su padre, según los tangerinos–, campo de golf, campo de cricket, clínicas privadas y casas completamente desorbitadas, algunas hasta con cuevas artificiales en su interior…

Mansiones con su parking del tamaño de otra casa más para albergar los coches de sus invitados, como la residencia de uno de los jeques de Arabia Saudí, y residencias con bandera propia como la del cuarto hombre más rico del país, Bernard Arnault, según este simpático taxista. «Lo malo de toda esta zona es que están cerrando parcelas que antes eran públicas y servían para que la gente hiciera picnic, ahora sólo sirve para construir mansiones», agrega nuestro piloto al mando de su humilde petit taxi.

Una ciudad como Tánger que hace 23 años se planteó una edificación de una mezquita con un alminar más alto que la torre de la iglesia católica del barrio español –para que no destacara esta última en una localidad musulmana–, ahora debería plantearse muchas cosas para no cometer algunos de los errores que sus vecinos europeos…

Babilonia's Travel

Preferimos observar el contexto, captar instantáneas con el alma a través de una buena conversación que no con un teleobjetivo, elevamos el arte al nivel cultural que se merece en detrimento de la fotografía, y encontramos historias que suceden rápido pero que hay que entender. De este modo la experiencia se queda más dentro, se añade a tu currículum de vida, y tiene más valor espiritual que contar los países visitados. Si como añadido a esta línea de viaje le sumamos aquello con lo que trabajamos siempre, la infografía y la ilustración, resulta un viaje con un toque interpretativo añadido extra. Diferente a lo convencional.

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